Cuando llegué a casa, la azafata se quedó conmigo y ese fue el final.

Vuelos gratis, cenas gratis, dinero en efectivo por sexo. Eso es lo que voy a hacer esta noche con Alec. Le dije a mi esposo que tenía que trabajar fuera de la ciudad y que mientras Alec siguiera transfiriendo dinero, básicamente estaba diciendo la verdad. No me importa entretener a mi sugar daddy y darle lo que necesita. Yo le mantengo a él y él me mantiene a mí y a mi familia. Era una situación perfecta.